Cuidado de las muestras de agua.
- Gremi
- 21 jun
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El campo del muestreo es extenso, debido a todas las fases que conlleva, dado que no consiste únicamente en tomar un recipiente, llenarlo con el agua a analizar y llevarla al laboratorio. Cada parte del proceso se debe hacer con el fin de asegurar la precisión y representatividad en los resultados que se van a obtener, dado que es la primera parte y una de las más importantes a realizar correctamente.
Todo inicia desde conocer el origen de la colecta, si se tratara de una descarga, un cuerpo de agua, un pozo, un filtro y partimos con los parámetros que necesitamos colectar para su análisis. Según el parámetro, el tipo de agua o el método de análisis, surgen variables en cuanto al muestreo que se va a realizar.
Existen normas como la NOM-230-SSA1-2002 que incluye su tabla de preservación de muestras según el parámetro a analizar y también, cada norma mexicana (NMX) que corresponda al análisis de un parámetro incluye su apartado "Recolección, preservación y almacenamiento de muestras" donde se dan las indicaciones del material para recolectar la muestra, el volumen mínimo necesario, si requiera la adición de alguna sustancia, el tiempo de análisis que dispone y otras indicaciones particulares para cada tipo de parámetro.
En esta entrada indagaremos un poco más sobre este apartado y su importancia para obtener resultados correctos y representativos en los análisis posteriores para la calidad del agua.

Material. Uno de los materiales más comunes para colectar muestras de agua en cualquier matriz, es el plástico polietileno, pero no es el único. También se puede utilizar recipientes de vidrio transparente y vidrio color ámbar con tapas de teflón (comúnmente para algunos parámetros de agua potable). En el caso de análisis microbiológicos se indica el uso de bolsas o frascos que deben ser 100% estériles.
Esta variación ocurre porque el material del recipiente puede interactuar con los analitos de forma física o química como ocurre con el vidrio que puede "adherir" metales y, debido a esto, se muestrean metales con recipientes de polietileno/polipropileno. También puede ser por la practicidad y mejor manejo de la muestra como ocurre con los análisis microbiológicos.
Volumen necesario. Es variable según el método que se utiliza, ya que algunos métodos internacionales pueden requerir 2 litros de muestra, mientras que las normas nacionales solo 500 mL para el mismo parámetro. Lo importante no es llenar el frasco únicamente, sino adquirir la cantidad suficiente para hacer el análisis y replicados (si se requiere) sin interferencias. Además de que menor o mayor cantidad de volumen puede causar efectos sobre los analitos (pérdida de evaporación, dilución, etc), por lo que a veces las indicaciones son tan específicas como llenar un frasco de vidrio ámbar de 250 mL sin dejar burbujas de aire.
Forma de recolección. La forma en que se toman las muestras influirán directamente en su representatividad. Desde el tipo de muestra que corresponde (una muestra simple no refleja la variabilidad de un efluente en un día de descarga) o la manipulación de la muestra, como tocar el interior del frasco/bolsa que acaba contaminando el mismo recipiente.
Esto es algo con lo que se tiene extremo cuidado para análisis microbiológicos, donde se debe agarrar la bolsa estéril completamente sellada y solo abrirla al momento de la colecta, donde se llena la bolsa, se cierra, se amarra y se guarda sin volverla a abrir hasta su análisis pertinente.
Preservación. Guardar una muestra de agua dentro de determinado frasco no detendrá la actividad química, física o biológica de la muestra. Debido a esto y a los innumerables estudios que se han realizado por organismos como la EPA, se sabe que determinados analitos pueden oxidarse, reducirse, degradarse, volatilizarse o cambiar de forma química ANTES de su análisis de laboratorio (AGQ, 2023).
En respuesta, se tienen contramedidas para estos casos particulares. Por ejemplo, para el análisis de metales (Arsénico, Cadmio, Cobre, Plomo, etc) se preserva con ácido nítrico, ya que este ácido evita que se precipiten los metales y previene su adsorción a las paredes del recipiente, ayudando a que se mantengan en la solución y que la concentración de metales medida en el análisis sea representativa. Hay otros parámetros (ej. DQO) que se preservan con ácido sulfúrico porque actúa como inhibidor bacteriano; parámetros a los que se les aplican bases como el hidróxido de sodio (NaOH) como ocurre con los Cianuros y otros parámetros a los que no se les añade nada (HANNA, s.f.).
Tiempo máximo de almacenamiento. Aunque la preservación puede ayudar a extender el tiempo de análisis, lo cierto es que los compuestos o analitos tienen estabilidad limitada y el transcurso del tiempo puede generar reacciones internas o pérdidas de analitos.
Habrá parámetros que no cambian con el tiempo, otros que resisten días estables o aquellos que no pueden estabilizarse con ningún preservante y necesitan analizarse lo más pronto posible (como ocurre con los parámetros in situ). Es por ello que es importante asegurar los análisis en el tiempo adecuado antes de que pierdan representatividad.
Por ejemplo, los metales preservados logran durar hasta 6 meses para su análisis, pero la Demanda Bioquímica de Oxígeno solo dura 24 horas y el pH necesita analizarse en campo por toda la actividad en la muestra que altera sus propiedades.
Traslado. Tanto para las colectas hechas cerca del laboratorio como aquellas hechas en otra ciudad o Estado, el traslado es otro punto vital para asegurar muestras representativas. Esto ocurre porque el movimiento, la luz solar, las vibraciones y la temperatura afectan la estabilidad de la muestra.
Por ejemplo, para la mayoría de las muestras y, especialmente, las muestras bacteriológicas se requiere trasladarlas en refrigeración, con una temperatura ideal de 4ºC ± 2ºC, lo que funciona como inhibidor para reducir la actividad microbiana y conseguir la concentración más precisa a la fuente original.
Aunado a esto, cada parámetro puede tener especificaciones sobre otras prácticas a realizar durante su colecta, pero siempre vienen indicadas en el método elegido para su análisis y es parte vital para asegurar resultados confiables y seguros.
En Úkua Lab se asegurar un muestreo correcto con personal especializado y acreditado para garantizar la representatividad de los resultados.
Referencias.
AGQ Labs. (2023). Importancia de la preservación de muestras en laboratorios. agqlabs.
HANNA instruments. (s.f.). Técnicas de muestreo de aguas. Recolección, manejo y preservación de muestras. Hannacolombia.com.
Secretaría de Salud. (2005). NOM-230-SSA1-2002. Salud ambiental. Agua para uso y consumo humano. Requisitos sanitarios que se deben cumplir en los sistemas de abastecimiento públicos y privados durante el manejo del agua. Procedimientos sanitarios para el muestreo. Diario Oficial de la Federación.
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